Buenas tardes, os dejamos con un extracto muy
interesante acerca de la educación de la disciplina en edades tempranas.
El libro en cuestión se titula ¡Quién manda aquí (educar a los hijos con una disciplina coherente y efectiva)! (Nora Rodríguez. Editorial Juventud), por si algunos de vosotros/as desea completar su lectura.
Esperamos que sea de vuestro agrado.
Un saludo.
EL DECÁLOGO ANTE LAS RABIETAS FRECUENTES.
¿Tiene
vuestro hijo rabietas frecuentes? Si es
así es importante, antes de actuar, que los padres busquen la verdadera razón
de ese comportamiento, es decir, si lo hace como una vía de escape para
expresar su angustia, si se trata de un modo de poner a prueba vuestra falta de
firmeza, o si con ello busca protagonismo. Sin duda, infundirle más ansiedad
esperando que se comporte como lo que no es, es decir como un niño mayor o una
persona diferente sólo agrava las cosas. Una rabieta de tanto en tanto no es
preocupante, porque es el único modo que tiene un niño de expresar las
emociones negativas, así que no hay por qué impedírselo mientras no se haga
daño a sí mismo ni se lo haga a otros. Sin embargo, cuando esta conducta es
reiterada, puede tratarse de que él crea que ésa es la única forma que tiene de
conseguir lo que quiere, ya se trate de caprichos o de un poco más de atención
y afecto. En cualquier caso, éste es el decálogo frente a una rabieta…
1.
No gritar o ponerse más nervioso
que el niño. Si no os resulta posible disminuir los estímulos que lo excitan,
no reaccionéis impulsivamente para consolarlo o castigarlo, ya que esto no
resuelve nada y tampoco les enseña a tolerar la frustración. Lo mejor es
mantener una actitud serena y una expresión neutral. Recordad que ellos
necesitan de esa descarga y que el único comportamiento que se modifica al
expresar la rabia es el de ellos, no el tuyo.
2.
Averiguar la causa
real(cansancio, hambre, rebeldía, frustración…). Es decir, averiguad si vuestro
hijo está utilizando el viejo truco del llanto y los gritos para salirse con la
suya, si no encuentra un modo más adecuado de lograr sus objetivos, si está
imitando la actitud de otro adulto que estaba enojado en aquel momento, si está
actuando así porque rechaza la situación en la que está inmerso o si se trata
de varias cosas a la vez.
3.
No le deis lo que pide con su mal
comportamiento. Manteneos firmes. Recordad que a esta edad hará lo que esté en
sus manos para no aprender que sus actos tienen consecuencias.
4.
No intentéis explicarle o
convencerlo de que eso que está haciendo está mal, sólo manifestad vuestro
desacuerdo utilizando el lenguaje no verbal. Por ejemplo, poniéndoos serios,
cruzando los brazos y en actitud de espera.
5.
Si lo consideráis oportuno,
distraedlo llevándolo a un lugar apartado y sentadlo en el suelo hasta que se
calme.
6.
Prohibido utilizar cualquier tipo
de violencia física.
7.
No dejéis que la gente tome
partido por vuestro hijo poniéndose en contra vuestra con expresiones
como:”pobrecito”.
8.
Nunca prometáis en vano. Por
ejemplo diciéndole: “si te portas bien te compraré…”.
9.
No lo comparéis con otros niños
que , a tu juicio, se comportan mejor, hermanos, primos…
10.
Enseñadle las ventajas de estar tranquilo cuando lo
logre.
LO QUE
NUNCA HAY QUE HACER SI SE QUIERE LOGRAR UNA DISCIPLINA QUE LOS AYUDE A CRECER.
·
Utilizar frases que comienzan con
palabras como siempre, nunca, jamás. Este tipo de tratos tienen connotaciones
de hostilidad, reproches, humillación por parte de quien las pronuncia y , como
consecuencia, provocan falta de interés y escasa cooperación por parte de los
niños.
·
Usar comparaciones con fines
peyorativos. Vuestro hijo no sólo se sentirá extremadamente denigrado y
avergonzado porque vosotros sois una imagen de autoridad no sólo ahora sino en
el futuro.
·
Halagar y denigrar su persona(
¡eres genial!¡eres lo peor!). Ambas cualidades dichas por los padres o personas
con autoridad los hace sentir culpables debido a que no saben cuándo serán
aceptados y amados y cuándo no…
·
Compararlo con hermanos o con
cualquier otro niño. En estos casos, los niños no sólo se perciben como seres
inferiores sino que pueden transformase en víctimas y sentir celos
incontrolados de aquel con quien se le compara.
·
Valerte de errores del pasado
para hacer ver que tienes razón( yo te lo dije, sabía que te pasaría tal
cosa…;o no te acuerdas aquella vez que…). Mediante esta forma sutil de educar
vuestro hijo para que no cometa los mismos errores lo único que hacéis es sacar
vuestra cólera por no estar de acuerdo
con él.
·
Disimular el enfado o la ira tras
una máscara de falsa comprensión. Si estáis enojados con vuestro hijo, él debe
saberlo. Decirlo de otro modo es para ellos humillante.
·
Dar órdenes a los niños o
decirles cómo tienen que actuar cuando manifiestan sus sentimientos, impidiendo
que piensen por sí mismos y que aprendan de su propia experiencia. Este tipo de
trato los invalida como personas.
·
Obstinarse en querer tener razón
más que ayudar a crecer al niño. Para vuestro hijo es más importante que
vosotros y él seáis felices.
·
Competir con el hijo para ver
quién tiene más poder.
·
Mostrar impaciencia o
preocupación por las obligaciones más que por lo que a él le sucede como
persona. Frases del tipo:”ahora déjame, que estoy ocupada…” le harán sentir que
para él no tiene ningún valor.
·
Exigirle que se comporte como lo
haría un adulto.
·
Dar pautas de comportamiento
según vuestro estado de ánimo. Las pautas ansiosas por parte de los adultos
refuerzan las conductas inaceptables.
·
Esperar que vuestro hijo haga
cien veces algo mal para imponer orden. Él no comprenderá por qué antes sí se
lo permitías y ahora no. Dejar para mañana la enseñanza de un límite es tan
destructivo como amenazar ya que esto produce resistencia a los cambios. Los
padres que dan una segunda, tercera, décima oportunidad antes de entrar en
acción no son tomados en serio por sus hijos, incluso si son pequeños.
·
No decir con claridad qué
conducta ha causado vuestro enfado. Aunque no es conveniente que éste dure
mucho tiempo, ya que entonces vuestro hijo podría sentirse culpable, es
importante que sepa exactamente qué cosa os ha hecho enfadar.
·
Discutir con él. Si es pequeño
tal vez no comprenda el significado de vuestras palabras, pero si le miráis a
los ojos y le habláis con voz firme sabrá de inmediato que algo no va del todo
bien.
·
Juzgarlo por algo que no ha hecho
como vosotros esperabais. Pensad que un niño no es desordenado porque después
de pintar ha dejado los papeles y los lápices de colores en medio del suelo. No
todos concebimos del mismo modo el desorden y puede que tu hijo no lo vea como
vosotros, en especial porque los niños son creativos por naturaleza y la
creatividad muchas veces está reñida con el concepto general que se tienen de
pulcritud. En todo caso, enseñadle cuáles son los beneficios de vuestro punto
de vista.
Lo veo unas sugerencias aceptables en casi todas la pautas, porque acabamos de llegar al punto de discordia, el violencia física como escarmiento si o no, esto se debe enfocar desde muchas mas perspectivas, es obvio que nunca se debe apalizar a un niño eso esta claro, pero llegamos al extremo del que el niño se ríe de su padre, o acaso no habéis nunca en la calle visto a un niño tirar petardo o cohetes en sitios que pueden resultar peligrosos para ellos (vegetación) o para personas ajenas (cohetes cerca de bloques de edificios), llegan sus padres o su herman@ le echan una bronca siguiendo esas pautas, pero al día siguiente esta ahí, al fin y al cabo somos animales, no voy a entrar en temas de evolucionismo o creacionismo en un blogg católico, me parece una bobada que no llevara a ningún sitio, pero viniendo del mono o no somos animales, y de los mas atontados diría yo, solo nos acordamos de algo si nos golpea en la cara con fuerza, puede ser una detención, una quemadura grave un una ligera ostia del padre para que se acuerde el niño.
ResponderEliminarPd: La portada del libro no es muy atrayente precisamente jajajajaja
Fdo: un exalumno, que no ha seguido la doctrina cristiana que le habéis intentado inculcar pero que os recuerda podéis llamarme XIV